Tanto miedo nos inspiran nuestras posibilidades más elevadas como las inferiores. Generalmente tenemos miedo de convertirnos en aquello que podemos atisbar en nuestros momentos más perfectos y en las condiciones más perfectas, las de mayor coraje. En esos momentos cumbre, las posibilidades divinas que atisbamos en nosotros nos dan placer e incluso nos fascinan. Y sin embargo, al mismo tiempo y ante esas mismas posibilidades, nos estremecemos de debilidad, reverencia y miedo.
Abraham Maslow
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