Se trata de una magia de increíble poder y por lo tanto se debe tener muy clara las intenciones y el control que se ejerza sobre el ritual para el encantamiento. Para confeccionar el muñeco puede utilizarse diversos materiales, siempre que sean de origen natural, nada de plastilina, mejor barro, madera, trapos o papel, también pueden hacerse de migas de pan o si se puede de bizcocho y se hornea. Es importante diferenciar el sexo del muñeco dándole forma femenina o masculina (con los atributos).
Este objeto en sí no tiene ningún poder o valor, pero la intención con que lo hacemos y el ritual para crearlo es lo que le da un significado especial.
La muñeca puede rellenarse de algodón o de paja, puede introducirse en su interior elementos que definan a la persona que representa o piedras, hierbas, peticiones, un mechón de pelo, cosas relacionadas con el trabajo que vamos a realizar. Si no disponemos de tiempo para confeccionar un bonito muñeco, pues podemos dibujarlo en papel. Lo importante es purificar y consagrar la muñeca, ahí es cuando se crea el vínculo, puede hacerse sosteniendo el muñeco entre las manos y pasándolo por el humo del incienso, mantenerlo entre las manos mientras visualizamos a la persona que representa y lo que deseamos para esa persona. Después se guarda el muñeco en un trapo blanco hasta el momento del hechizo en sí. Quizás necesitemos que la fase de la luna sea la adecuada para el momento del encantamiento, que puede ser de rechazo, sanación, para atraer a alguien, para buscar a una persona en concreto, pero nunca para dañar físicamente.
Una vez terminado, la muñeca no se destruye, si se trata de una persona la cual ha dado permiso para ser utilizada, mejor devolvérsela a la dicha persona, si ha sido con otro fin, mejor enterrarla en el campo, bajo un árbol, la tierra deshará el poder mágico del muñeco sobre la persona y “reciclará” esas energías, si se ha hecho con materiales naturales, con el tiempo se decompondrá y no contaminará.
Ritual para repeler con muñeco:
Coser el muñeco que representa a una persona dañina, se llena de tierra, a ser posible de cementerio, una hoja de laurel, romero, una piedra de ónice o turmalina negra, un objeto personal de esa persona (una uña, mechón de pelo) y un papel con el nombre de esa persona o una fotografía. Tener en cuenta que no se pretende herir a esa persona, porque lo que se da vuelve multiplicado por tres, sólo se pretende “alejar” de nosotros a alguien que nos daña. Mientras se cose el muñeco se realiza la conexión con el vínculo psíquico y se envuelve el muñeco con un lazo negro como si fuera una momia, se procede a enterrarlo.
Fuente: La magia de la diosa
Imagen by ladiosaisis
4 comentarios:
Esto me impresiona porque se que es cierto y más allá de buenas o malas intenciones no tenemos derecho sobre las decisiones de otras personas.
El amor no necesita encantamientos es o no es.
Felices vacaciones!!!
Nunca he creído en esto del poder físico sobre otra persona a través de la magia, pero sí del poder mental que ejerce el pensar que otra persona nos ha "meigado" "embrujado" o "hechizado", y este tipo de rituales son un atentado contra la libertad del otro.
La brujería, santería, o como quiera llamarse, con o sin budú,utilizada con no buenas intenciones, se convierte en un juego peligroso.
Un abrazo.
Si,si, vete de vacaciones...que últimamente pones unas cosas muy raritas je,je.
Besos con envidia, nada sana, de tus vacaciones.
P.D: ..y sí, esto de ser anónima me sentaba muy mal.
Me ha gustado mucho. Muchas gracias por ponerlo.
Un beso
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