No puedes tocar a un hombre del Tao. ¿Por qué? Porque no hay nadie a quien tocar, no hay herida. Él está sano, curado, es uno. Esta palabra «total» es hermosa. La palabra «curar» (en inglés, heal) viene de «total» (whole), al igual que la palabra «sagrado» (holy). Él es total, está curado, es sagrado.
Sé consciente de tu herida. No la ayudes a crecer, deja que se cure; y se curará únicamente cuando vayas a las raíces. Cuanto menos estés en la cabeza, más se curará la herida. Sin cabeza no hay herida. Vive una vida sin cabeza. Desplázate como un ser total y acepta las cosas. Sólo durante veinticuatro horas inténtalo: aceptación total, suceda lo que suceda. Alguno te insulta; acéptalo, no reacciones y observa lo que sucede. De repente sentirás una energía fluyendo en ti que no has sentido antes.
-OSHO, The Empty Boat, cap. 10
Comentario:
Es una época en la que las heridas profundamente enterradas del pasado salen a la superficie, listas y dispuestas a ser curadas. La figura de esta carta está desnuda, vulnerable, abierta al toque amoroso de la existencia. El aura alrededor de su cuerpo está llena de luz, y el tipo de relajación, de cuidado y amor que le rodea, disuelve su lucha y sufrimiento. Lotos de luz aparecen en su cuerpo físico y en torno a sus cuerpos sutiles de energía; los cuales, según dicen los sanadores, se encuentran a nuestro alrededor. En cada uno de estos niveles sutiles aparece un cristal o modelo curativo.
Cuando estamos bajo la influencia curativa del Rey del Agua, ya no nos ocultamos más de nosotros mismos o de los demás. En esta actitud de apertura y aceptación podemos curarnos, y ayudar a otros a estar sanos y totales.
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