En el otro lado del mundo hay una mujer rubia de pelo largo que ahora mismo se encuentra detenida en un cruce, observando las posibilidades que le ofrecen los caminos. Escrutina el horizonte como si el tiempo se expandiera con cada mirada.
En sus manos, el volante de un Cadillac recién alquilado. A sus espaldas, el famoso cartel de la ruta 66. En sus espaldas, muchas cosas por descifrar.
Es cierto lo que dicen, allí siempre atardece en rojo, incluso aunque los sueños estén teñidos de azul.
Acuarela
Fuente: Acuarelacool
2 comentarios:
Sí...Nadie me puede prohibir que sueñe,
porque así, puedo lograr lo que yo quiero;
y si acaso, quieres que a soñar te enseñe...
Ven...sube a mi barca...yo seré tu remero.
Vitin, muy poetico, ....que bonito!!!!, lo de abuelo ,afecta?? besos M.Cinta
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