Se sienta en un lugar tranquilo de su tienda y se entrega a la luz divina. Al hacer esto, procura no pensar en nada; se desconecta de la búsqueda de placeres, de los desafíos y de las revelaciones, y deja que sus dones y poderes se manifiesten. Aunque no los perciba en el mismo momento, estos dones y poderes están cuidando de su vida, y van a influir en su quehacer cotidiano.
Mientras medita, el guerrero no es él, sino una centella del Alma del Mundo. Son estos momentos los que le permiten entender su responsabilidad, y actuar de acuerdo con ella.
Un guerrero de la luz sabe que, en el silencio de su corazón, existe un orden que lo orienta.
Paulo Coelho
6 comentarios:
Qué superbonito, Nur...
la foto me encanta.
Buena foto!!
Hay que ser un guerrero para sentarse en este lugar...
Besos
Muy bonito el post y muy bonita la foto, comparto lo que dice jurema, ...hay que ser un guerrero para sentarse en ese lugar !! jejeje
Un abrazo
Gianni
¡Oye! ¿De dónde es la foto? Yo quiero ir.
En sitios así aunque no sea en la punta te conviertes en centella del alma sin planteártelo.
Un Beso
Bea
Beaaaaaaaaa!
Que bueno que vinisteeee jejeje
Ya sabes que yo contigo al fin del mundo! No estaría mal encontrar ese lugar eh? Eso si, nos llevamos el paraca...
Y saludos al resto de guerreros...!
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