Yo os vi agitar los brazos. Un viento huracanado movió vuestros vestidos iluminados por el poniente trágico. Vi vuestra cabellera alzarse traspasada de luces, y desde lo alto de una roca instantánea presencié vuestro cuerpo hendir los aires y caer espumante en los senos del agua; vi dos brazos largos surtir de la negra presencia y vi vuestra blancura, oí el último grito, cubierto rápidamente por los trinos alegres de los ruiseñores del fondo.
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Yo os vi agitar los brazos. Un viento huracanado
movió vuestros vestidos iluminados por el poniente trágico.
Vi vuestra cabellera alzarse traspasada de luces,
y desde lo alto de una roca instantánea
presencié vuestro cuerpo hendir los aires
y caer espumante en los senos del agua;
vi dos brazos largos surtir de la negra presencia
y vi vuestra blancura, oí el último grito,
cubierto rápidamente por los trinos alegres de los ruiseñores del fondo.
Vicente Aleixandre
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