Este burro tenía su fin escrito: morir en la boca de un lobo capturado hace cuatro meses en las montañas albanesas. Sin embargo, cuando hace diez días los dueños del lobo introdujeron al pollino en la jaula del animal para que lo devorara ocurrió todo lo contrario. Ahora conviven apaciblemente en la celda situada en Patok (Albania). Incluso puede llegar a parecer en algunos momentos que el burro protege a este lobo salvaje.
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