miércoles, 13 de mayo de 2009

Las quejas...



Cada vez que te quejas de algo, ya sea en silencio contigo mismo o compartiéndolo con alguien, te atas más firmemente aún a eso de lo que te lamentas.
Las quejas hacen que tu energía se concentre en extender en el tiempo aquello de lo que te estás quejando.

Hay un enfoque mucho más efectivo; el de proponer una alternativa positiva, y dedicarse a ponerla en práctica. Mientras que una queja sólo refuerza lo que está mal, una alternativa positiva comienza a modificar la situación realmente para mejor.

Las quejas, debido a su naturaleza negativa, tienen generalmente que ver con una actitud de ponerte a la defensiva. Alternativas positivas en cambio, se asocian más naturalmente con la cooperación y el reconocimiento.

La próxima vez que sientas la necesidad de quejarte, detente y pregúntate qué es lo que realmente deseas.
¿Deseas quejarte simplemente o deseas hacer algo que pueda mejorar la situación?
La mayoría de las quejas surgen de un genuino deseo de mejorar la situación, pero la queja por sí sola no suele resultar suficiente para ello.

Así que trasciende la queja y utiliza esa energía para marcar una verdadera diferencia positiva. En lugar de agravar una mala situación con tus quejas, transfórmala...


Fuente: sendero de luz
Imagen by R8A8R8B


3 comentarios:

Adelina dijo...

Me ha gustado mucho la reflexión, porque además, hoy me viene bien tomarla en cuenta.

Un beso.

Jurema dijo...

Casi siempre la queja solo es una salida al hartazgo! solo hay que parar y darle la vuelta a la queja y se abre el campo de visión, no?.

Feliz finde lleno de besos.

Raphinyo dijo...

Muy buena esta reflexión. Con tu permiso se la hago llegar a un amigo, a quien un empujoncito para cambiar el chip, le ira muy bien.
Tu siempre tan especial Nur
Besitos

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