El cine está desde hace ya unos 100 años haciéndo disfrutar a todo el mundo, pero el poder verlo en casa con un aparato sencillo y barato no tiene muchos años, sólo apenas unos 30. Me quiero remontar a cuando yo era niña y estaba de moda el primer "cine en casa" para niños, el famoso CinExin, un aparato de cine que simulaba a los profesionales con la misma técnica: una luz trasera que iluminaba una película a través de un cristal, mientras que el rollo de película se movía o de forma manual o automática.
Apenas 10 minutos de película y mucho sudor en la muñeca eran los protagonistas de esas sesiones. Se podía ver hacia adelante o hacia atrás, a la velocidad que nosotros queríamos, y se podían ir cambiando los rollos de las películas cuando quisieramos. Verlo con nuestros amigos y compartir las películas. Iban con baterías, que ademas se podían recargar si tenías el aparato adecuado.
Como se puede ver en la foto ahora la forma de disfrutar el cine en casa dispone también de todas esas características sólo que con algunas mejoras, sobre todo en cuanto a calidad y autonomía. El CinExin y el MP4 se parecen en muchísimas cosas, y les separan 30 años de tecnología, pero la esencia sigue siendo la misma: el poder ver películas de forma personalizada en "cualquier" sitio.
Los dos aproximadamente cuestan lo mismo si lo relacionamos con una "nómina media". Esto hace pensar en que conforme avanza la tecnología, aunque ésta es cada vez un poco más barata en relación a nuestro bolsillo, existen los mismos aparatos en base, pero con más opciones, más calidad y mejor autonomía y prestaciones, pero un "visor de cine" siempre será un visor de cine, al igual que ocurre con las cámaras de fotos, los sistemas de audio, u otros gadgets.
Todo esto es lo que pensé cuando vi en casa de un colega que tenían un CinExin guardado, además de que me trajo a la mente un montón de recuerdos de niña, en donde me pasaba horas y horas girando la ruleta para ver 5 minutos de película una y otra vez. Ahora, la cantidad de datos y datos de películas y otros ficheros que tengo en mi ordenador, llenan mis mañanas, aunque, de otra forma 
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