domingo, 2 de marzo de 2008

Los demonios: la duda


La duda fracciona la voluntad y dispersa la energía

La duda se alimenta de sí misma. En ocasiones, los demonios dan vueltas y vueltas en nuestra mente discutiendo hasta inmovilizarnos con un nudo que nos deja atascados e incapaces de tomar decisión alguna, de hacer algo que nos saque del atolladero. En otra palabras, nos impide movernos en ninguna dirección y nos paraliza más eficazmente que si nos hubiesen administrado un veneno. Ese, con frecuencia, es el origen de la depresión y de la apatía que padecemos en nuestro mundo permisivo y repleto de opciones.

No hay forma de combatir esos demonios. Cuanto más luchamos con ellos, más poderosos se vuelven. Lo más hábil sería lograr su amistad. Cuando estudiaba con Dhiravamsa a menudo le preguntaba qué debía hacer cuando los demonios se presentasen. "Déjalos en paz", me decía. "Ábreles la casa. Que sean bienvenidos. Pero no les des de comer ni los entretengas!". En otras palabras: prestemos atención a las voces de la duda, escuchando y reconociendo lo que nos dicen, entendiendo su funcionamiento, pero no entremos en un diálogo interno. No es fácil. Para tolerar a huéspedes no deseados en casa se necesita paciencia y perseverancia; además, puede que durante una temporada esos diablos se muestren más traviesos, más maliciosos, en un intento de provocar nuestra reacción. Pero si persistímos en la práctica, acabarán por esfumarse como invitados a los que no se ha alimentado o entretenido lo suficientemente bien.

Aun cuando aprendamos a relacionarnos así con la trampa de la duda, eso no significa que nunca más volvamos a caer en ella. Los demonios van a ser nuestros acompañantes durante todo el viaje; sin embargo, al conocerlos mejor ya sabremos cuál es su juego, de forma que eso no nos va a detener. Muy al contrario, aceptamos el reto de encontrarnos con ellos sabiendo que de cada encuentro vamos a salir reforzados en nuestra determinación. Hay un dicho de la tradición mística cristiana que lo expresa sucintamente: "Cuanto mayor es la duda, mayor la fe."

Tew Bunnag

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias Nur...

Cris

Pilar dijo...

Ante la duda, la más cojonuda!
Refrán popular...

Besitos

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