Una de cal... y otra de arena. Me desconciertas, mi amor. ¿O será que yo lo complico todo? Seguramente. Pero hay días que me elevas a los cielos y días... en que me quemo en los infiernos, sin que tú seas capaz de advertirlo. Días en que me alimento de hasta tu último pensamiento y días en que ninguno es para mí y mi corazón grita hambriento.
Días en que tu calor me envuelve y días en que tu frialdad me hiela el corazón. Días llenos de preguntas que no me atrevo a hacer por miedo a las respuestas. Y es ese no saber el que me sumerge en abismos en los que apenas se divisa la luz de tu mirada. Días que pasan, tiempo que avanza inexorablemente... y me llevan con ellos en una carrera que a veces me resisto a seguir. Y entonces me pregunto que es lo que me impide llegar hasta tí. O me pregunto si estoy en tí como tú en mí. Y busco, busco respuestas de nuevo. Una búsqueda incesante y agotadora, que me deja sin fuerzas y pensando... pensando que no es nuestro tiempo.
Días en que tu calor me envuelve y días en que tu frialdad me hiela el corazón. Días llenos de preguntas que no me atrevo a hacer por miedo a las respuestas. Y es ese no saber el que me sumerge en abismos en los que apenas se divisa la luz de tu mirada. Días que pasan, tiempo que avanza inexorablemente... y me llevan con ellos en una carrera que a veces me resisto a seguir. Y entonces me pregunto que es lo que me impide llegar hasta tí. O me pregunto si estoy en tí como tú en mí. Y busco, busco respuestas de nuevo. Una búsqueda incesante y agotadora, que me deja sin fuerzas y pensando... pensando que no es nuestro tiempo.
Y entonces maldigo a la vida. A esa vida que te cruzó en mi camino. Y luego me arrepiento... y la bendigo. Porque aunque no te tenga, te tengo. Porque aunque no te tenga, te siento. Porque aunque no te vea, tengo tu mirada. Y porque los dos conocíamos las reglas del juego. Y aunque nuestras almas intenten saltárselas en alguna ocasión, nuestras mentes están ahí para parar nuestros pasos. Y no hay más. No puede haberlo.
Al fin y al cabo, no soy más que un fantasma.
Pero un fantasma que te ama y te espera.
"Si el Tiempo es la sangre de los vivos, la Eternidad es la sangre de los muertos"
Margarite Yourcenar.
Mis hormonas sienten debilidad por esta autora cuando andan revueltas...
4 comentarios:
snif snif...
Guapa que se me ha saltado la lagrimilla,,je,je.
Besitos y abrazos
Salud y hormonas ;)
Que malo es el (Sindrome Premenstrual)Por Dios!! ...El aceite de onagra dicen que va bien,jajaja...
Besos dulces
Jurema
Hay hermosura...pero si ese poema lo hemos escrito entre todos un poquito...Kien no a pasado por ahi, k arroje una piedra..
Unos abrazos cariñosos
Ya va pasando.. Dentro de unos dias te parecera exagerado, aunque muy lindo igualmente.
Beso tierno.
Jurema
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